El Dr. Alemán Gottfried Knoche es uno de los personajes más misteriosos y enigmáticos relacionados con la historia de Venezuela a mediados del siglo XIX, específicamente en la región de Galipán perteneciente al Parque Nacional Waraira Repano en Venezuela.
Su Historia está envuelta en un halo de misterio ya que el Dr. Knoche fué precursor en la momificación de cadáveres, mediante la creación de una novedosa fórmula momificadora, hechos sin precedente en la Venezuela del siglo XIX, que consistía en inyectar el suero a los cadáveres en la yugular, sin necesidad de extraer las vísceras y que garantizaban la conservación del cuerpo durante muchos años. A no ser por sus notorios experimentos científicos sobre la momificación humana que su historia hubiese pasado desapercibida para muchos, ya que precisamente ese hecho lo llevo a ser muy conocido en sus tiempos y tejerse en torno a él una especie de leyenda macabra que fue confirmada por la momificación de muchos miembros de su familia, cuyos cuerpos descansaban en el Mausoleo familiar de su residencia, la conocida hacienda “Buena Vista”.
Han pasado muchos años desde la muerte del doctor (02-01-1901) y su leyenda ha crecido y extendido más allá de Venzuela, pero a pesar de ser un personaje histórico de la Guaira de aquellos tiempos, no se ha contado con un verdadero esfuerzo para rescatar la memoria y legado del legendario doctor. Liramentablemente no solo es el olvido histórico sino el patrimonial, ya que la hacienda “Buena vista”, el mausoleo y laboratorio han sido engullidos por el olvido y vandalismo. Hoy en día la hacienda está en ruinas llenas de maleza, enredaderas, y arboles que hacen imposible imaginarse como era este lugar en años de esplendor. Aunque hay que reconocer que se han hecho intentos por restaurar estas edificaciones, pero ninguna ha contado con apoyo de ningún gobierno para llevar a cabo las restauraciones necesarias que le puedan devolver parte de su esplendor original.
Bibliografía
Gottfried Knoche (Halberstadt, Alemania 17 de marzo de 1813 - Buena Vista, La Guaira, Venezuela 2 de enero de 1901) fue un médico cirujano alemán, famoso por inventar un líquido embalsamador con el que momificó docenas de cuerpos, incluyendo el propio, en los laboratorios ubicados en la Hacienda Buena Vista, ubicada en el sector Palmar del Picacho de Galipán, en Caracas, Venezuela.
Estudió en la universidad de Friburgo en 1837 y, posteriormente, trabajó en el hospital del mismo nombre.
Knoche emigró de Alemania a Veneuela en 1840 según algunos historiadores como invitado por algunos miembros de la colonia Alemana (La casa Blohm de La Guaira) y según otros autores (Hellmund Straka) como exiliado político para domiciliarse en La Guaira.
El 22 de Julio 1845 recibe la revalidación de su título, por parte de la Universidad Central de Venezuela durante el gobierno del general Juan Crisóstomo Falcón.
Se dice que fue miembro fundador del Hospital San Juan de Dios, en La Guaira entre 1854 y 1856. El desaparecido Hospital San Juan de Dios de La Guaira estaba ubicado junto a la Catedral San Pedro Apóstol.
Una vez establecido en la Guaira decide a traer a vivir a su esposa, y con ella a los niñas, Josephine Weimann, y Amalie Weimann, que mas tarde serían sus enfermeras o ayudantes, en las labores de momificación tal vez.
También fue muy conocida la labor del Dr. Knoche cuando se desató la epidemia de cólera en los años 1854-1856. Trabajando en la Guaira en la guarnición militar y como tal fue condecorado en 1883 por el presidente Guzmán Blanco.
Tuvo una hija de nombre Anna (1840-1879), quien casó con Heinrich Müller (1812-1881) (ambos enterrados en el mausoleo familiar), y un hijo que vino graduado médico de Alemania y se residencio en Puerto Cabello. No se conocen mayores detalles de su destino. También lego de Alemania el hermano de Knoche el Sr. Wilhelm, enterrado también en el panteón familiar de cuya vida o actividades no se ha sabido nada. La esposa del Dr.Knoche ya sea por problemas de salud o debido a la soledad que le provocaba vivir en la Hacienda “Buena Vista” lo que la hace regresar a su Alemania natal y allí muere en una fecha desconocida.
Hacienda Buena Vista
Knoche fue un gran admirador de la naturaleza en el sector del picacho de Galipán y se dice que organizaba frecuentes excursiones a caballo a la zona, era tal su admiración lo que lo motivo a comprar una Hacienda en el sector de Palma de Cariaco muy cerca del actual San José de Galipán, y la acondiciono al estilo Alemán de la Selva negra y la llamo Hacienda “Buena Vista” debido a la privilegiada vista que se tenía del Litoral.
Se muda para allí de forma definitiva con el pretexto de que su esposa no soportaba el calor húmedo de la zona costera de La Guaira. Casi todo el material fue transportado desde La Guaira a lomo de mulas. Las habitaciones estaban dotadas de amplios ventanales que daban al mar. Personas que tuvieron la suerte o el privilegio de conocer aquella posesión a fines del siglo XIX, elogiaron el buen gusto con que estaba decorada.
Allí construyó un pequeño laboratorio para realizar sus experimentos de momificación, y a 100(cien) metros de allí construyó también sobre una enorme roca (tal vez por ello el lugar se ha mantenido sin derrumbes) el mausoleo familiar destinado a albergar a los miembros de la familia Knoche.
El Laboratorio posee una sola entrada y carente de ventanales, aunque se pueden ver conductos que bien podrían haber servido de canales de ventilación. Sus ruinas están en mejor estado que las de la residencia de Knoche. Aunque debido al crecimiento de arbustos y personas que abren agujeros en las paredes que se ha generado una enorme grieta.
Según testimonios de Eduardo Rosswaag en sus vistas a la hacienda buena Vista en Septiembre de 1923 comenta:
“Tenemos la impresión de que hemos sido sustraídos de un ambiente del trópico para penetrar bruscamente en el célebre Gran Ducado de Baden. Estamos en plena Germania, así lo proclama desde el mueblaje hasta los cuadros que en la tapicería pregonan los episodios épicos más culminantes del antiguo imperio. La anciana se dirige a la pared (refiriéndose a Amalie Weimann) donde cuelga un grabado que representa la entrevista en el campo de Waterloo entre el duque de Wellington y Blucher “
Al dirigirse a la hacienda el detalle que salta a la vista es un extremo de la pared frontal donde sobresale a como dos metros de altura un detalle arquitectónico formado por una arabesco muy común en aquella época. También se observan detallen de la cocina y dependencias de servicios. Y a unos pocos metros un interesante orificio en el suelo que indica un lavadero con fondo de mármol. También hay restos de columnas que sostenían barandas de madera de manera y que conducen a un desfiladero, como una especie de balcón. Y unos deteriorados muros laterales de adobe y piedra que supongo que pertenecían a las paredes laterales de la residencia de Knoche. Insisto en la necesidad de restaurar este hermoso lugar, aunque hay muy pocas fotografías que muestren el aspecto de la casa, y bien podrían emplearse para una futura restauración.
Según Eduard Rosswagg, quién realizó una excursión en 1961 a Buena vista, se entrevisto con José Ravelo (Galipanero) que vivía allí desde 1954 por compra de hipoteca a Manuel Acevedo Muller (no se sabe si este era descendiente de Heinrich Muller yerno de Knoche quién a su vez destruyó la casa buscando un “entierro”).
Otra de las edificaciones que comprende el complejo es El Mausoleo familiar de la familia Knoche está ubicado a unos 100 metros de las ruinas de la hacienda “Buena Vista”. Consiste básicamente en un pequeño edificio acondicionado para tener seis (6) sarcófagos o nichos, con una entrada lateral derecha que conduce a través de una pequeña escalera hacia la azotea donde se tiene una hermosa vista del litoral enmarcado por las laderas frondosas y verdes.
Dentro del mausoleo, dos terceras partes del espacio están ocupadas por los seis (6) sarcófagos de cemento, con un pequeño pasillo para que estén los visitantes, o para dar labores de mantenimiento. Las dimensiones de dichos nichos son 2.10x0.70x0.75 metros puestos en fila, y cuyos tres cuartas partes de sus dimensiones estaban cubiertas de mármol de 3cm de espesor y una cuarta parte de vidrio reforzado con malla metálica para que se pudiera ver a través de él a cada una de las momias. También existían antiguamente seis lápidas de mármol que contenían los nombres de la familia Knoche y que fueron destruidas por vándalos, aunque existen varias fotografías antiguas donde se ven dichas inscripciones.
El orden que reposan los nichos según indico Amalie Weimann a Eduard Rosswaag el 02-09-1923.
2. Meinrich Muller (Esposo de Anna): geb. d 02.11.1822 gest. 07.04.1881
3. Wilhelm Knoche (hermano del Dr.): geb. d 17.09.1817 gest. 07.09.1874
4. Josephine Weimann (enfermera y hermana de Amalie): geb. d 29.06.1830 gest. (No aparece fecha de muerte)
5. Gottfried Knoche (El médico) : geb. d 17.03.1813 gest. 02.01.1901
6. Amalie Weiman (enfermera): geb. d 2.2.1838 gest. (más tarde moriría en 1926).
También se puede decir que internamente el mausoleo posee una sola ventana de hierro forjado con arabescos, y una sola puerta de acceso de hierro, con detalles que recuerdan a flores.
Antes de comenzar la escalinata principal se encontraba una cruz de madera y una verga de metal que la protegía, lo cual hace suponer que el doctor tenía creencias cristianas.
Dicha madera se pudrió y fue sustituida por una nueva gracias a la fundación FUNDAKANOCHE que colocó señalizaciones nuevas en el mausoleo y en la zona de plan de unos 1.100m antes de llegar al mausoleo y donde colocaron una réplica de una momia, una cruz y la indicación de Museo de Knoche.
La azotea tiene detalles arquitectónicos muy hermosos especialmente cuatro columnas decoradas por detalles que recuerdan a tréboles y que era uno lo los sitios predilectos para servir de mirador hacia el litoral.
También hay otro elemento importantes y es el llamado “Banco de la meditación” , el cual es un banco de cemento donde se dice que Amalie pasaba gran parte de su tiempo recordando a sus seres queridos, hay que recordar que después de morir Knoche ella vivió 25 años prácticamente sola en “Buena Vista” rodeada de sus momias sus recuerdos.
Las Momias de Knoche
No se sabe a ciencia cierta el año en el que el Dr. Knoche empezó a realizar los experimentos científicos con cadáveres que lo dieron a conocer, y que consistían en la creación de una novedosa fórmula momificadora que se inyectaba al cuerpo, y que lo convertía en una momia sin la necesidad de extraer los órganos vitales. No se conocen las razones que lo llevaron a realizar dichos experimentos, curiosidad científica, o tal vez un culto por la muerte y la inmortalidad.
El hecho es que puso en práctica sus conocimientos al momificar al soldado de la federación llamado José Pérez. Se dice que dicho personaje murió en la batalla de “Vuelta del Colorado” en el año de 1869. Y según testimonios de la última habitante de la hacienda “Buena Vista”, Amalie Weimann, éste murió debido a una neumonía. El hecho es que la momia del Sr. José Pérez permaneció durante muchos años custodiando las puertas del mausoleo familiar. Esta momia ha sido la que se tiene un mayor número de fotografías, donde aparecen antiguos visitantes de la hacienda o exploradores que se hacían retratar junto a ella. La foto más célebre es aquella donde aparece una joven exploradora perteneciente al Centro Excursionista de Caracas, Olga Engels, que posa al lado de la momia de José Pérez y la cruz de madera al lado del mausoleo familiar, foto que data de 1929, comprobando que las momias habían sido destruidas y los restos esparcidos.
En 1845 embalsamó el cadáver del periodista y político Tomas Lander, fundador del diario “El Venezolano”, el cual se dice momifico y coloco en posición sentada similar a como si estuviera escribiendo durante 39 años. Permaneció sentado en su despacho, a la entrada dé su casa de habitación, por casi cuarenta años, hasta que en 1884 el Gobierno ordenó su inhumación. No se tienen registros de fotográficos de esta momia. Posteriormente sus restos fueron llevados al Panteón Nacional.
También momificó a Francisco Linares Alcántara ex presidente constitucional de Venezuela de la época de Guzmán Blanco, hasta que por órdenes de este fue trasladado sus restos al Panteón Nacional. También se dice que momificó a varios perros que servían de custodia para el mausoleo aunque los únicos registros fotográficos existentes de antiguas y difusas fotografían dan a la momia de José Pérez como la más conocida.
Testimonios de las momias
Aunque existen muchos testimonios de exploradores que visitaron la hacienda y vieron las momias, lamentablemente no hay mucho registro fotográfico de las mismas, ni siquiera a la que pertenencia a Knoche o Amalie u otros miembros de la familia Knoche.
Se dice también que momificó a varios perros y que servían como custodios del mausoleo tal vez dándole un aspecto macabro para ahuyentar a visitante indeseados.
EL Dr. Knoche murió de penúltimo en Buena Vista en 1901, a la edad de 88 años y fue colocado al igual que los demás en su nicho mortuorio, según cuenta la misma Amelia Weimann, la ultima habitante de la hacienda, y a la cual el Dr. dejó instrucciones y la formula momificadora para que se la aplicara a su cuerpo.
A pesar de la importancia que debió tener la momia del precursor de la fórmula momificadora, nunca se vio una fotografía de la misa, ni tampoco de sus familiares, ni siquiera una momia yaciendo sobre su nicho original y ya que para ese entonces la fotografía estaba en sus comienzos.
Algunos aseguran que vieron a la momia de Knoche flotando en el agua contenida en uno de los nichos. Hoy en día se observa que los nichos siguen inundándose debido a fisuras antiguas de la azotea del mausoleo, y la que se inunda más es la que se dice pertenecía a la momia del Dr. Knoche, pues es lamentable su pérdida porque así se podría realizar estudios científicos a dichas momias, lo cierto es que el paradero de las mismas se desconoce.
Amalie Weimann vivió según se cuenta en solitario en la hacienda “Buena Vista”, entre recuerdos y añoranzas hacia la familia Knoche, en muchas ocasiones fue visitada por esporádicos excursionista que pasaban por el Palmar de Cariaco y atraídos por el mito y la fama de las momias, realizaron interesantísimos registros fotográficos de las momias especialmente las de José Pérez. También se dice que hablaba con los pajaritos en la hora del Ángelus. Lo cierto que su última voluntad fue que su cuerpo fuera colocado en el mausoleo familiar y que las llaves del recinto fueron arrojadas al mar. Lo cierto que en el año de 1926 a los 88 años de edad esta fallece (casualmente la misma edad que falleció Knoche). Los señores Carlos Enrique Reverón y el cónsul alemán de la Guaira , Sr. Julios Leisse, subieron a la hacienda Buena Vista para dar cumplimiento a su última voluntad.
Como no hubo ningún heredero la hacienda fue abandonada, saqueada por buscadores de tesoros, y las momias robadas y esparcidas por el lugar, así como también fueron destruidas las lápidas del mausoleo. Lamentable fin a tan maravilloso lugar.
Uno de los últimos visitantes de la Hacienda cuando Amalie estaba viva fue el escritor Miguel Aristiguieta quien la visito en 1922, y Federico Milá de la Roca en 1928 en la cual detallo muchas observaciones.
No se sabe porque el Dr. Knoche no entregó a nadie el secreto de la fórmula momificadora (a base de cloruro de aluminio), así que su secreto siempre será un misterio.
Excursiones al Mausoleo de Knoche
Básicamente hay dos maneras de visitar tan misterioso lugar y es llegando por vía Punta de Mulatos y por San José de Galipán. Ambas poblaciones pertenecientes al Parque Nacional Ávila (Waraira Repano) de Venezuela.
Se puede partir desde Caracas tomando vehículos públicos de doble tracción que parten desde el sector Llano Grande, pasando por Boca de tigre y prosiguiendo hasta el sector San José de Galipán.
El camino por San José de Galipán es de un poco más de una hora de camino a través de un sendero que inicia por donde pasa una quebrada que atraviesa la vía y existe una pequeña cruz.
El sendero es corto y estrecho y con abundante maleza. A pocos minutos se observan hermosas vistas de las montañas de Galipán, donde se ve a lo lejos incluso la estación de teleférico abandonada con su funicular “fantasma”.
Unos 30 minutos de camino nos conducen a un sitio con un gran árbol de mango, en el sector “Plan de Alpargata”, donde la extinta fundación FUNDAKNOCHE (fundada por Andrés Eloy Sánchez y Alessandra Occhino estudiantes de sociología de la Universidad Central de Venezuela) colocaron la señal “Bienvenidos al parque Museo Dr. Knoche” y una réplica de una momia al pie del árbol con su respectiva cruz, y pocos metros más arriba una señal indicando que faltan 1.150 metros para llegar al mausoleo y 875 metros de San José de Galipán. También hay una pequeña leyenda del cadáver que perdió su cabeza al momento de ser trasladado a la Hacienda en lomo de caballo.
Seguidamente el sendero continúa a una zona más selvática y cuyo sendero es muy poco transitado y a su vez hermoso, a unos 30 min, al pasar por un pequeño claro donde hay un abismo se ve la azotea del mausoleo, y se llega a él a través de un irregular camino y un pequeño manantial.
Recalco la importancia de conservar este lugar y evitar dejar desperdicios en el mismo así como también no rallar las paredes en forma de “recuerdos” y si es posible limpiarlo de malea cada vez que se visite. Y por supuesto difundir la historia de Knoche para que su legado no sea nunca olvidado.